martes, 5 de julio de 2011

75 años del plebiscito sobre el Estatuto Gallego.

De como un fraude electoral salvó la vida a Castelao.
Este artículo ha sido publicado en Diario Atlántico:
http://www.atlantico.net/opinion/3926/

   El 28 de junio de 1936, hoy hace 75 años, se celebró en Galicia el referéndum del Estatuto de Autonomía. Aunque muchos valoran aquella jornada con condescendencia, resulta un buen ejercicio de honradez política que reconozcamos que el Partido Galleguista y el Frente Popular orquestaron un gran fraude: aquello no fue un acto democrático, de verdadera democracia. La historia es maestra que puede ayudar a que hechos como ese no vuelvan a suceder.
   La Constitución Republicana de diciembre de 1931 abría la puerta a los estatutos autonómicos. En septiembre del 32 Cataluña ya tenía aprobado su Estatut. En Galicia el nacionalismo político estaba recién nacido, y el Partido Galeguista (PG, fundado en diciembre de 1931) se puso a trabajar en la elaboración del Estatuto Gallego.
   Pero las elecciones de 1933 supusieron un doble fracaso: por un lado el PG no obtuvo ningún diputado, y por otro, de esas elecciones generales surgió un gobierno de radicales y derechistas. La orientación conservadora del nuevo gobierno de la República provocó la gran huelga general del otoño del 34, y que el Gobierno de la Generalitat se rebelara y se auto-proclamara Estado Catalán. El sometimiento de los insurrectos conllevó la suspensión del Estatut y la prisión del presidente de Cataluña. El Gobierno derechista tomó medidas para limitar el poder de las autonomías: Castelao y Bóveda, líderes del PG, fueron destinados, como funcionarios que eran, a Badajoz y a Cádiz.
   Un año después, tras su regreso, el Partido Galeguista decidió presentarse a las elecciones coaligado con el Frente Popular (FP), que se comprometía a cambio a apoyar la aprobación del Estatuto Gallego. En las elecciones de febrero de 1936, aprovechándose de la desunión de los partidos de derechas, el FP obtuvo una ajustada mayoría (que fue menor que la oficial, pues se cometieron bastantes ilegalidades, como llegó a reconocer más tarde el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora). En Galicia, el Frente Popular obtuvo un 31% de los votos, y el PG consiguió 3 diputados.
   Con el cambio de gobierno en la República llevado a cabo en mayo del 36 se restauró la autonomía Catalana, y se reiniciaron los trabajos para aprobar los estatutos vasco y gallego. El Comité encargado en Galicia, liderado por Alexandre Bóveda, se dio mucha prisa y fijó la celebración del referéndum para el día 28 de junio de 1936.
   El principal escollo para la aprobación era que la Constitución de la República exigía que más un tercio del electorado de la autonomía votara "Sí" para aprobar el Estatuto. A pesar del clima de crispación política y social que se respiraba en España, donde se temía un alzamiento militar, los galleguistas, apoyados por el Frente Popular, se volcaron en la campaña. Las derechas y el centro se mostraron indiferentes y defendieron la abstención, lo que implicaba (si sus votantes habituales no iban a votar) la no aprobación del estatuto.
   El joven Ramón Piñeiro recuerda una conversación con Bóveda pocos días antes de la fecha y escribe en sus memorias: “a miña postura naquel momento era pesimista, pois consideraba que o Estatuto ía chegar prematuramente, cando aínda non había un movemento galeguista vigoroso que o soportase”.
   El resultado oficial del plebiscito del 28.2.1936, proclamado por el Comité Central da Autonomía, fue que 993.351 gallegos, el 73% de los censados, votaron a favor del Estatuto. Oficialmente sólo se registraron 6.161 votos en contra.
   Nadie se cree que esos datos fueran los reales. Hay que tener en cuenta la premura de la convocatoria de la jornada, sin tiempo para tener todo bien organizado ni para hacer campaña que llegara a todos los gallegos, especialmente a la dispersa población rural. Además los numerosos emigrantes censados no pudieron votar. Si se comparan esos resultados con datos históricos de otras consultas, resultan increíbles. Por ejemplo en el Referéndum para aprobar la constitución de 1978 solo votaron a favor el 44% de los gallegos censados, un total de 942.097, menos que los que supuestamente votaron a favor del Estatuto en 1936. Está claro que el Partido Galleguista que organizó y controló ese plebiscito manipuló los resultados, para superar el alto quorum legal exigido.
   En el libro de Prudencio Viveiro (historiador vinculado al Consello da Cultura Galega)  titulado "O estatuto galego durante a II República" se afirma: “A ampla vitoria do Estatuto debeuse en grande medida á manipulación electoral”.
   Ya le había escrito Castelao a Bóveda: “para ganar o plebiscito compre dar pucheirazos, como se deron en Cataluña”. El galleguista histórico Pousa Antelo califica el falseamiento de los resultados electorales del plebiscito gallego como “santo pucherazo”. Los medios de comunicación, salvo los controlados por el PG y el FP, también mostraron su disconformidad con el fraude, pero fueron controlados por el poder político. M. Casás escribe en sus memorias (citado por Viveiro): “¿Y qué decir de la famosa jornada de la votación del Estatuto? Fue la más escandalosa farsa, el más vergonzoso agravio contra la iniciativa del sufragio electoral que se recuerda en Galicia, donde tantas trapacerías de este género se han realizado por las organizaciones caciquiles”.
   Unos días después de la celebración del referéndum Castelao se trasladaba a Madrid. Y el 17 de julio presentaba el resultado del Plebiscito del Estatuto de Autonomía de Galicia al Presidente de la República, Manuel Azaña. Pero como sabemos, al día siguiente un grupo de Generales (con Franco entre ellos) se levantaba en armas protestando contra los abusos del Gobierno de la República. La revuelta ocasionada impidió que en el Parlamento Español se sancionase nuestro primer Estatuto.
   Al menos nos queda el consuelo de saber que aquel fraude electoral sirvió para salvar la vida a Castelao, pues la “aprobación” del Estatuto fue la causa de que se encontrara en Madrid -que quedó dentro de la zona de control republicano- cuando dio comienzo la Guerra Civil. Alexandre Bóveda no tuvo esa suerte, ya que fue apresado y asesinado unos días después en Pontevedra.

Artículos de interés:
http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2005/12/21/4363698.shtml 
http://www.elpais.com/articulo/espana/GALICIA/Galicia/conmemora/hoy/aniversario/primer/estatuto/autonomia/elpepiesp/19860628elpepinac_16/Tes

2 comentarios:

  1. Fe de erratas: en la versión publicada en Atlántico Diario figura por error, en los párrafos finales, N. Alcalá como Presidente de la República. Pero Niceto Alcalá Zamora fue destituido el 7 de abril de 1936, ocupando su cargo de forma provisional Diego Martínez barrio, y a partir del 10 de mayo Manuel Azaña, que ahora ya figura como tal. Gracias a Patricia por detectarlo y avisarme.

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  2. El estatuto actual de Galicia fue refrendado por los gallegos el 21 de diciembre de 1980. Acudieron a las urnas sólo el 28,2% de los electores, y de ellos el 73% votaron Si, el 20% votaron No, y el 7% de los votos fueron nulos y en blanco. Es clarificador comparar estos resultados con los datos oficiales del referendum de 1936: participación del 74,5%, y de ellos votaron Si (según los datos oficiales, claro) el 99,23%, votaron No el 0,61%, y en blanco fueron el 0,14% de los votos emitidos.

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