lunes, 3 de junio de 2013

Escrachemos a los etarras excarcelados.

Cuando leo que un etarra condenado por 9 asesinatos ha salido de la cárcel sin cumplir toda su condena, e informaciones sobre condonación de penas (por salud o ancianidad) y privilegios concedidos a presos de la banda terrorista, lo primero que me viene a la cabeza es que la justicia en España es una mierda. Los políticos y jueces responsables de esa aberración deberían pagar por ello.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos, además de cabrearnos? En cuanto podamos, elegir políticos nuevos que hagan leyes justas y permitan la independencia y el buen funcionamiento de la justicia.
Pero a la vista de lo que está sucediendo, y para actuar a corto plazo, pienso que podríamos retomar el sentido originario de los escraches, que nacieron en 1995 en Argentina para protestar frente a las casas de ex altos cargos y policías del régimen militar, responsables de abusos, torturas y desapariciones de miles de ciudadanos durante la dictadura: a muchos argentinos les resultaba intolerable que esos asesinos se encontraran en libertad gracias a las leyes del gobierno de Raúl Alfonsín y a los indultos de Carlos Menem (debido a vergonzosos pactos políticos con los responsables de aquel terrorismo de estado), y que fueran absueltos y vivieran como vecinos respetables. Aquellos grupos que inventaron los escraches, formados inicialmente por huérfanos e hijos de desaparecidos, asesinados, exiliados y presos políticos durante la dictadura del general Videla (quien por cierto ha muerto en la cárcel hace unos días, enfermo y anciano: y en Argentina ha habido consenso: "Videla ha muerto donde tenía que morir") tenían un lema, que era: “Si no hay justicia, hagamos que el país sea su cárcel”.
Pues podemos tomar ejemplo y crear una atmósfera asfixiante alrededor de esos asesinos etarras que ahora pasean orgullosos por las mismas calles que ensangrentaron, y mostrar el rechazo y el desprecio que se merecen por sus actos: podemos manifestarnos con carteles y repartir folletos contando sus atentados, y difundir las fotos de sus más de 800 víctimas mortales, con tiros en la nuca, ciegos, mancos y sin piernas, destrozados por bombas lapa…, y de los huérfanos y viudas que dejaron: y dar a conocer todo el dolor, los exilios y el miedo que han producido, y la falta de paz y de libertad que siguen produciendo.
Pienso que podemos intentar convencer a quienes todavía les apoyan de que no puede aprobarse nunca la violencia, y que el bien de la sociedad civilizada (todos los vascos incluidos) exige que los violentos y asesinos sean rechazados siempre, y cumplan castigos justos y ejemplares. ¿Cómo va a educar a sus hijos en la tolerancia, en la paz y en el respeto a los demás y a la ley, personas o familias que participan en actos de exaltación de terroristas asesinos confesos? ¿Son esos los ciudadanos que queremos para nuestra sociedad de hoy o del futuro; o es más bien un problema que hay que reconducir de manera urgente? Esta sociedad debe decidir cómo manejar a los que aplauden a la violencia y a los violentos: porque permitirles que sigan y avancen por ese camino pone en peligro la convivencia y nuestro futuro.
Estoy en contra de los escraches tal como se han planteado hasta ahora en España; pero podríamos probar aplicando su sentido originario para casos similares a aquellos: en Argentina tuvieron éxito: ¿por qué no vamos a poder hacerlo aquí?
En Alemania no se concibe que nadie apoye la barbarie del Holocausto Nazi, pero llegan más allá y consideran un delito que alguien niegue que Hitler cometió esos asesinatos; cada uno puede pensar lo que quiera, eso no es delito: pero los alemanes han prohibido algunos actos de enaltecimiento del nazismo (como realizar el saludo que se hacía a Hítler) y a nadie se le ocurre homenajear a ningún militar hitleriano: la gente es digna y siente vergüenza de lo que hicieron sus compatriotas.
En España en cambio se rinde homenaje a asesinos etarras confesos, hay grupos pro-terroristas gobernando en instituciones públicas, y la justicia y los políticos de España permiten, por poner un ejemplo, que el ayuntamiento de San Sebastián conceda una medalla al mérito ciudadano a uno de los fundadores de ETA… Todo eso me produce náuseas.
Me viene a la cabeza lo que diría don Pedro Calderón de la mierda: España es una Barca.
Tenemos que arreglarla antes de que se hunda.


... son sólo unos ejemplos de lo que apoyan quienes se ponen del lado de los etarras.




3 comentarios:

  1. 1º La justicia en España no es una mierda. No existe separación de poderes, por lo cual la justicia está en España secuestrada por……
    2º Muy cierto, que los ciudadanos podemos elegir desde hace mucho tiempo políticos y partidos nuevos. ¿Por qué no lo hemos conseguido? Pues por……….
    3º Creo que hay suficientes leyes justas (se podrían hacer más), los jueces son los encargados de aplicarlas y los políticos en el congreso su función es…….
    4º Terrorismo de estado y en España. Uf…… me gustaría escuchar su opinión. Estaré atento.
    5º Lo que dice de los escraches, muy bien. Pero se olvida de la realidad existente en el País Vasco .No sé si la conoce bien, pero que en algunas zonas es…….. Mucho adoctrinamiento, coacción, autocomplacencia y falta de respeto por parte de esos llamados nacionalista a los derechos humanos, libertad de expresión y muchas más.
    6º ETA………..NO ES UNA BANDA TERRORISTA, ES UNA BANDA DE ASESINOS Y MAFIOSOS, TAL CUAL, Y ME QUEDO CORTO. Y A NUESTROS GOBERNANTES PARECE QUE LES DA TEMBLEQUERA DECIRLO ALTO, CLARO, ACTUAR EN CONSECUENCIA Y ACLARAR QUE QUIEN SE DECLARE ARREPENDITO TIENE QUE DEMOSTRAR QUE LO ESTA, NO VALE CON SOLO DECIRLO.
    7º Me confunde su percepción de los escraches.
    8º Considero que los nacionalismos en España han utilizado muy sutilmente…….prefiero que lean las siguientes definiciones en Wiki pedía y en el siguiente orden:
    - Meritocracia
    - Darwinismo social
    - Eugenesia
    Este tipo de temas hay que tratarlos con la mente muy pero que muy fría. No hay palabras suficientes para describir una guerra y más cuando es entre familiares, vecinos, conocidos, en fin UN SALUDO.

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    1. Pues tiene usted mucha razón en muchas cosas de las que dice o sugiere.
      Mierda es una palabra castellano polisémica, muy usada por mi paisano y Nóbel de Literatura Cela, que como interjeccción expresa contrariedad o indignación; y en una de sus acepciones de la RAE mierda significa: cosa mal hecha o sin valor. No digo -por supuesto- que todos los que trabajan en la Justicia lo hagan mal. Todas las generalizaciones son falsas. Incluso la que acabo de escribir.Necesitamos nuevos políticos que hagan nuevas leyes más justas, y nuevos jueces (y medios para la justicia) que no tengan miedo de juzgar y condenar. Y una mentalidad nueva en la sociedad que sea intransigente con algunas cosas, entre ellas ETA y su entorno. Necesitamos que se lleve a cabo un proceso educativo (y terapéutico en algunos casos) que actualice a la sociedad y a todos sus componentes en ese sentido.
      Y sobre la situación en Euskadi, la conozco perfectamente (con gran tristeza y preocupación), y se que mi petición es todavía utópica: pero espero que las cosas cambien.
      Gracias.

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    2. ¿Quién dijo que se hacía camino al andar? Pues vamos a hacerlo.

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