lunes, 22 de septiembre de 2014

Rosa Díez engañó a la opinión pública y a sus afiliados: la reunión que convocó del Consejo Político de UPyD no era necesaria para tratar de alcanzar pactos con Ciudadanos.

   UPyD entró en crisis hace poco más de un mes con el caso Sosa Wagner, a raíz de la publicación en El Mundo de su carta "Después de las Europeas".
   Rosa Díez sufrió una avalancha de críticas contra ella (Ver) y contra su partido por rechazar el acercamiento electoral a Ciudadanos que pidió su Eurodiputado, y también por la forma tan poco democrática en que UPyD (ella y sus dirigentes afines) reaccionó ante las propuestas de Sosa Wagner (Ver) (Ver).
   Al principio Rosa Díez y otros de UPyD (como Toni Cantó: Ver) dijeron que en el Congreso de UPyD de noviembre los afiliados ya habían descartado esa posibilidad (Ver). Eso no era cierto: ella mismo había dicho los días siguientes al Congreso que el tema de Ciudadanos ni se había tocado en esa asamblea de su Partido (Ver). Y un afiliado que fue Delegado en ese Congreso ha contado con detalle lo que pasó (Ver), dejando en evidencia a los dirigentes de UPyD que habían faltado a la verdad.
   La situación empeoró para Rosa Díez, y varias voces de cargos y afiliados con cierto peso dentro de su propio partido se manifestaron a favor de las propuestas de Sosa Wagner (Ver). Y algunos de fuera y de dentro pidieron (incluido el propio Sosa Wagner) que se consultara esa cuestión a los afiliados de UPyD (Ver). Se llegó a reclamar la convocatoria de un Congreso Extraordinario para salir de esa crisis interna (Ver).
   Rosa Diez buscó la solución a su problema convocando una reunión extraordinaria del Consejo Político de UPyD, anunciando que lo hacía para debatir y resolver la cuestión que Sosa Wagner habían propuesto y se estaba discutiendo en los medios (Ver).
Rosa Díez entre Sosa Wagner y F. Savater.
   Conviene recordar que lo que Francisco Sosa Wagner, Catedrático y primer eurodiputado de UPyD, había opinado era que UPyD y Ciudadanos debían unir esfuerzos y lograr acuerdos para acudir a las próximas elecciones, redactando un compromiso electoral común, respetando las singularidades de cada partido. También el Filósofo y promotor de UPyD Fernando Savater había pedido en el 2º Congreso de UPyD que su partido debía “buscar apoyo en partidos semejantes, por ejemplo en Cataluña” (en una innegable alusión al partido que lidera Albert Rivera). (Ver las propuestas de ambos políticos de UPyD).
   Pero Rosa Díez y los dirigentes que la rodean (y deciden cuál es el mensaje del partido) no hicieron mucho caso a sus propuestas: en el caso de Sosa Wagner se concentraron en linchar a quien consideraron un mezquino y corrupto traidor; y en el de Savater obviaron y censuraron su intervención en el Congreso. Pero lo que está claro y es innegable es que ninguno de los dos propuso fusionar ambos partidos.
   En la reunión del Consejo Político de UPyD, celebrada el 6 de septiembre, 110 miembros (incluido el propio Sosa Wagner) votaron a favor (de un total de 117 votos emitidos) de un documento redactado por el Consejo de Dirección en el que establecen las condiciones que UPyD exigirá a partir de ahora a cualquier partido que quiera pactar con ellos: transparencia, medidas anticorrupción... exigibles, como Rosa explicó, para negociar una coalición preelectoral (Ver).
   Ahora todo el mundo piensa que Rosa Díez tiene el apoyo de sus afiliados y que UPyD funciona muy democráticamente... Y que si no se llega a pactos con Ciudadanos es porque el partido de Albert Rivera no cumple con las condiciones que los afiliados (según Rosa) han establecido, condiciones que muchos analistas consideran tan exageradas que hacen inviable cualquier pacto con C´s (Ver).
   En mi opinión, con esa maniobra (convocar al Consejo Político y aprobar ese documento) la Cúpula de UPyD, el autoritario Aparato del partido, han engañado a la opinión pública y a sus propios afiliados.
   Porque según los propios Estatutos de UPyD, el Consejo Político sólo es necesario para aprobar “uniones, federaciones o coaliciones de carácter permanente y general con otros partidos”. No era eso (una unión permanente, una fusión) lo que pedían Sosa Wagner ni Savater, ni nadie en UPyD.
   Rosa Díez manipuló la premisa (piden una fusión con Ciudadanos...) haciendo inválido el razonamiento y la conclusión (...ergo debe reunirse el Consejo Político).
   Ni ella ni sus allegados son tontos como para no saber que, según los propios Estatutos de UPyD, para llegar a pactos electorales con C´s basta que lo apruebe el Consejo de Dirección, que son Rosa y sus veinte amigos (los que ella pone en la única lista cerrada elegible), y que ya han dejado muy claro estos años que no quieren ni oír hablar de pactos con el partido de Albert Rivera (Ver).
   Rosa hizo una maniobra maquiavélica para frenar la crisis y salir reforzada, dándose un baño de apoyo democrático: así conseguía que la opinión pública piense que tiene el apoyo de sus afiliados para no pactar con C´s, o para imponerles unas exigencias imposibles.
   Pero Rosa obtuvo el apoyo no de los afiliados directamente, sino que a través de los ciento y pico miembros del Consejo Político; porque si planteaba una votación directa de todos los afiliados sobre si querían pactar o no con Ciudadanos se podía llevar una sorpresa: en foros se simpatizantes y afiliados la mayoría de los participantes se mostraban a favor de llegar a pactos con Ciudadanos (Ver); y algunas encuestas concluían que la opción preferente de los votantes de UPyD era que UPyD y Ciudadanos fueran a las próximas elecciones en una coalición electoral (Ver)Rosa evitó enfrentarse con sus afiliados, y al celebrar la reunión del Consejo Político consiguió que la gente no pensara que no pactar con C´s era cosa suya...
   Según los Estatutos de UPyD (artículo.32,2,j), la convocatoria de una reunión del Consejo Político en ese sentido estaría justificada sólo después de que el Consejo de Dirección de UPyD hubiera tomado la decisión de pactar de manera permanente con otra fuerza política: porque si no es un pacto permanente y general, el Consejo Político no tiene nada que decir.
   Incluso los Consejos Territoriales (los órganos de gobierno de UPyD en cada Comunidad Autónoma) pueden plantear al Consejo de Dirección pactos electorales puntuales con grupos políticos locales o territoriales, y tienen ese derecho, y lo siguen teniendo incluso después de haberse aprobado la última resolución del Consejo Político, porque lo pone en los Estatutos, que están por encima de cualquier resolución del Consejo de Dirección o del Político (Ver). Después, el Consejo de Dirección podrá aprobar o no esas propuestas de pactos (no generales ni permanentes), pues es el que tiene la competencia para hacerlo (Estatutos, 30,2,d).
   Estoy deseando que cualquier Consejo Territorial de UPyD haga eso: proponer a Rosa Díez y a su Consejo de Dirección, antes de las elecciones locales de mayo del 2015 (o en cualquier momento en el futuro), presentar listas conjuntas con el partido Ciudadanos (o con cualquier otro) en algún Municipio o incluso en alguna CA: tienen plenas competencias para ello según el artículo 41,d de los Estatutos de UPyD, que habla de pactos con partidos locales y provinciales. Aunque ahora Rosa y sus asesores, como Andrés Herzog (ponente del documento aprobado por el CP) van criticando que C´s haya pactado con partidos locales, y van diciendo a los medios que UPyD solo puede pactar con partido nacionales, algo que no es lo que dicen los Estatutos: “En principio, tener un proyecto nacional es incompatible con tener alianzas varias con partidos regionalistas o localistas" afirmó Herzog (Ver).
   Que propongan eso, que se llegue a pactos electorales, que es lo que piden Savater, Sosa Wagner y muchos más, es de sentido común: pues en ciertos casos tendrán así muchas más opciones de conseguir entrar en las instituciones democráticas locales o autonómicas, para que los ciudadanos puedan beneficiarse de tener unos representantes que les defiendan de los políticos ineficaces y corruptos que hasta ahora nos gobiernan, que sólo buscan su propio beneficio... Y esos pactos están contemplados en los Estatutos (y aunque a Rosa Díez no le gusten no puede oponerse a ellos), y no tienen por qué alterar ni la identidad ni las peculiaridades de UPyD.
   Cuando pase eso (que un Consejo Territorial proponga uno o muchos pactos) veremos cómo responden Rosa y sus oligarcas principales, Carlos M. Gorriarán y Juan Luis Fabo. Si eso no ocurre será porque UPyD aplica con éxito su maquinaria autoritaria (Ver) (la que también ha denunciado Sosa Wagner) presionando o destituyendo a esos Consejos Territoriales, como ya hizo en Cataluña: Ver.  Y quedará más claro todavía que la reunión del Consejo Político del 6 de septiembre ha sido un vergonzoso paripé ideado por los "asesores a sueldo" de Rosa.

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