martes, 21 de julio de 2015

La solución al problema foral vasco: aplicar esos privilegios a todas las Comunidades.

   Hoy se cumplen 139 años de la promulgación de la ley que abolía los Fueros Vascos.
   En 1707 el primer rey Borbón de España, Felipe V, abolió los fueros Aragoneses y de toda España, con excepción de los de Navarra y las provincias vascas, como muestra de agradecimiento por su valiosa ayuda en la Guerra de Secesión por la que se había hecho con el trono.
   Durante el siglo XIX se produjo un conflicto entre ese régimen foral que mantenía unos privilegios heredados de la edad media (de fiscalidad propia y de exención del servicio militar fundamentalmente), y el régimen constitucionalista, heredero de la revolución francesa y del liberalismo, que defendía (y defiende) la igualdad de derechos y deberes para todos los ciudadanos.
Fernando de Aragón, en 1473, en
la Jura de los Fueros  de Vizcaya.
   Los vascos defendieron sus Fueros frente al gobierno central, aliándose con los carlistas y con los sectores más tradicionales de la Iglesia, que veía con malos ojos al liberalismo. En febrero de 1876 acabó la tercera guerra carlista con la entrada de Alfonso XII en Pamplona, y cuatro meses después se promulgaba la nueva Constitución, en la que (como novedad respecto a las anteriores) no se decía nada de los Fueros Vascos. Y la Ley de 21 de julio de ese mismo año los abolió definitivamente.
   El dictador Franco otorgó Fueros a Álava y a Navarra por haberse puesto de su lado en el alzamiento golpista contra la república.
   La Constitución española de 1978 en su Disposición Adicional Primera recuperó los derechos históricos de los territorios forales (Navarra y País Vasco), retrotrayendo la legislación hasta 1841.
   Es indudable que esa peculiaridad de mantener la independencia en algunos aspectos tributarios, fiscales o civiles, supone una ventaja para los ciudadanos españoles que viven en esas comunidades lo que resultan incompatible con principios constitucionales esenciales, sobre todo con los que hacen referencia a la igualdad.
   La gran mayoría de vascos y navarros defienden el mantenimiento del régimen foral. Eso demuestra que el egoísmo es una característica que podemos llamar "constitucional" del ser humano. Pero la mayoría del resto de los españoles defendemos que se supriman esos privilegios históricos, igual que los vascos defenderían que otras Comunidades no tuvieran privilegios históricos de los que ellos carecieran.
   ¿Cuál puede ser una solución? Yo no soy jurista, pero propongo no suprimir sus privilegios forales a vascos y a navarros, sino aplicar -e igualar- los mismos derechos forales en todas las regiones o Comunidades.
   Los vascos no podrían protestar, porque a ellos no se les quita nada; y todos los españoles veríamos con satisfacción como se supera una injusta situación ancestral de ventajas y desventajas que hoy en día ninguna persona objetiva e independiente podría defender. Si esos privilegios son buenos para los vascos, también lo son para todos los españoles.
   Espero que esta situación de falta de equidad que padecemos en España se resuelva en la próxima legislatura, ya que aplicar mi propuesta no precisa modificar la Constitución (no así suprimir los privilegios forales vascos). Y pido a los partidos políticos que la lleven en sus programas.

4 comentarios:

  1. Hay que pensar un poco más el problema financiero, Pedro. Mira el informe de Balanzas fiscales. http://estaticos.expansion.com/opinion/documentosWeb/2015/07/21/SCPTInforme.pdf

    En cualquier sistema fiscal progresivo de redistribución, las personas más ricas pagan más dinero en impuestos del que reciben en servicios del estado. Si no fuera así, (si recibieran lo mismo que pagan) ¿quien financiaría los servicios de aquellas personas menos pudientes y que pagan menos que el coste de lo que recibe? La cuestión es elemental y poor eso la demagogia de los gobiernos regionales cuando claman por que su comunidad reciba al menos lo mismo que han pagado sus ciudadanos, es alucinógena. Si todos quieren pagar menos o igual que lo que reciben, evidentemente se genera un déficit (hay que repartir 100 entre 10 y todos quieren recibir 11 - o más de lo que aportan- ¿quien paga lo que falta?).

    La solución no es, como pretendes generosa pero ingenuamente, dar a todos el mismo derecho a percibir más de lo que aportan, sino que todos aporten igual (en función de su riqueza) y que el reparto posterior sea justo, mediante reglas claras transparentes y cuentas públicas, y que además todos sean corresponsables tanto en el gasto como en la recaudación. A t al fin se podría llegar (algún hacendista acaba de proponerlo) mediante la cesión del 100% de la gestión y recaudación del IRPF en favor de las CCAA y otras formulas. Pero se ha de partir de una situación a) de no privilegio de ningún territorio ni ciudadano, y b) de corresponsabilidad fiscal de todas las CCAA y el Estado.

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    1. Nadie dice que todas las CCAA reciban del Estado al menos lo mismo que aportan. Efectivamente eso sería ridículo, pues el Estado debe equilibrar el nivel de todos las regiones o lugares del territorio. Igual que se hace en Europa con ayudas a los estados menos avanzados, e igual que se hace dentro de Euskadi o Navarra o Cataluña, donde el gobierno autonómico invierte más en sitios que lo necesitan, independientemente de que los habitantes de esos sitios aporten menos a la caja común.
      El problema es otro: que en Euskadi y Navarra tengan un sistema financiero público diferente al del resto de Comunidades, del que se pueden aprovechar en beneficio propio, lo que en principio significa perjuicio relativo e inequidad para el común de los españoles: o al menos trato diferente y falta de igualdad de oportunidades.
      Y lo que propongo es que todas las CCAA puedan optar por ese sistema.
      Un saludo.

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  2. http://hayderecho.com/2013/06/21/privilegios-forales-en-la-espana-del-siglo-xxi/

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    1. Los fueros fueron otorgados por los Reyes de Castilla y de España.
      Los Reyes podían tratar desigualmente a distintos territorios de su Reino en virtud de su capricho o de sus necesidades estratégicas o políticas.
      Por lo tanto era una concesión que se podía revocar: de hecho a principìos del siglo XVIII se revocaron los fueros en toda España menos en los teriitorios vasconavarros.
      Ahora la situación ha cambiado, y la Constitución está en contra de privilegios ancestrales.
      También existía el derecho de pernada, y la esclavitud... sancionados por decretos reales: y si esos privilegios se hubieran mantenido hasta hoy, por la causa que fuera, todos tendríamos muy claro que habría que acabar con ellos.

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