domingo, 20 de septiembre de 2015

"Alguien" complica la burocracia en los Juzgados de Vigo.


  Hace unos días tuve que ir a los Juzgados de Vigo, citado en un juicio como testigo por mi condición de médico (por haber atendido tiempo atrás a un accidentado). Al terminar mi comparecencia la Magistrada me dio permiso para abandonar la sala, sabedora de que tenía enfermos esperándome en el Hospital donde trabajo, pues había interrumpido mi consulta de la mañana, anulando varias citas (pacientes que tengo que ver otro día), pero las declaraciones se habían retrasado un poco.
   Antes de irme le manifesté que quería presentar la solicitud para cobrar la indemnización económica por el perjuicio sufrido que la ley establece en estos casos; y la Magistrada me contestó que le parecía muy bien: que la presentara fuera, en la secretaría. Al salir de la sala, la funcionaria que atendía la vista salió detrás de mi y, también amablemente, me entregó un papel para que lo rellenara: y me dijo que lo entregara en la sala contigua, en la Secretaria de ese juzgado. Rellené el impreso allí mismo, en el hall, y fui a entregarlo.
   Y entonces me encontré con la sorpresa de que una funcionaria me dijo que no podía entregarlo allí, que tenía que llevarlo al Registro Central, que además no está en ese edificio sino en el contiguo.
   Manifesté mi contrariedad y mi asombro, por la falta de tiempo que tenía, y sobre todo porque yo estaba haciendo lo que la Magistrada (que se supone tiene la máxima autoridad en esa Sala) me había dicho que hiciera. La funcionaria me respondió que desde hacía poco más de un mes el sistema había cambiado, y que ella no podía recoger allí ni ese ni ningún otro documento. Protesté enfadado, por los motivos expuestos y porque consideraba inadmisible que no pudiera entregar en ese juzgado un papel que iba dirigido a ese mismo juzgado. Al hacerse evidente la discusión, intervino la Secretaria judicial, quien en tono conciliador me explicó que efectivamente las normas habían cambiado, y que aunque ella era la destinataria de mi solicitud, y quien tenía que resolverla, "alguien" había ordenado que todos los escritos dirigidos al Juzgado (y por tanto mi solicitud) se entregaran en el mencionado Registro, ubicado en no sé qué sitio del otro edificio de los Juzgados. Le di las gracias por las explicaciones, y antes de salir pedí perdón a la funcionaria por haberme enfadado: espero que entienda mi indignación y que me disculpe.
   Por la hora que era, y por respeto a mis pacientes (para no ocasionales una espera excesiva evitable), decidí que no podía perder más tiempo yendo al otro edificio a entregar la solicitud, que algún funcionario tendría que haber recibido allí, y otro funcionario tendría que haber trasladado a la Sala en la que yo estaba en ese momento... Me gustaría preguntarle a ese "alguien": ¿qué problema hubiera ocasionado el que yo hubiera podido entregar directamente mi solicitud en esa secretaría, a donde iba dirigida? Sigo sin entenderlo. Me recordó a aquella enfermera de un Hospital que despertaba a enfermos que estaban profundamente dormidos para que se tomaran la pastilla para dormir: cumplía las normas, lo indicado: pero no aplicaba el sentido común. El muro de la burocracia y de la falta de sentido común era infranqueable. Me fui con prisa a seguir trabajando, y tendré que perder otro día una buena cantidad de tiempo para ir a entregar esa solicitud (y eso si encuentro el momento).
   Me gustaría pedirle explicaciones a ese "alguien" que tomó esa decisión: una norma que multiplica la burocracia; de las que en casos como el descrito ralentiza y encarece la justicia, y causan pequeños o grandes trastornos a los ciudadanos. Con organizadores como ese "alguien" cada vez necesitaremos más funcionarios para hacer menos, y todo funcionará (es un decir) más lentamente... Por eso protesto públicamente: con la esperanza de que las protestas aumenten y surtan efecto, favoreciendo que las personas y la sociedad reaccionen, para que entre todos excluyamos a enchufados e incompetentes de los puestos de responsabilidad. Necesitamos que los servicios públicos funcionen bien, y en concreto la justicia. Debe rectificarse y racionalizarse el protocolo mencionado de recepción de documentos en los Juzgados, y debe imponerse el sentido común. Y el "alguien" responsable -y lo hago extensible a todos los cargos públicos- debe responder de sus nefastas decisiones. Ya sé que lo que ha ocasionado estas letras es un pequeño detalle que puede parecer carente de importancia: pero si lo fácil se hace mal, lo difícil se hará fatal. Y así nos va.
 


 


   NOTA: Atlántico Diario (AD) de Vigo publicó ayer un artículo mío con este mismo título (Ver): pero se trataba de un borrador que fue modificado. Esta (la publicada aquí en mi Blog) es la versión correcta y definitiva de mi protesta (tal como se la envié como definitiva a Atlántico Diario), y no la publicada por error y contra mi voluntad en ese periódico. Pido disculpas.

1 comentario:

  1. Lo llevas claro con el nuevo Secretario Coordinador...
    Tienes mucha razón: son ganas de complicar las cosas.
    Tu al menos no lo sufres todos los días...

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